Mi tiempo libre es una lindura sin compases ni notas
auxiliares.
Es la insurrección de mis soledades.
Es la falta de comprensión externa e interna.
Es la humillación de lo que no puede estar libre.
Es lo que ella quiere, y pocos quieren.
Es risa y llanto apurado.
Lo que no soporto ni soportan.
Mi tiempo libre no es libre, es la eterna cárcel de lo sensible.
Mi tiempo libre no es otra cosa que algo intransigente.
Es el hambre de lo conocido y represor.
Es el que quisiera el intolerable sistema.
Mi tiempo libre es el que hacen más tristes y más alegres mis
días.
Mi tiempo libre emancipa cervezas separándome de lo adverso y
doloroso.
Mi tiempo libre lo disfruta el arte al verme doblegarme a lo
sensible.
Mi tiempo libre era el juego, risas, libertad clara y pura
cuando era el inocente y malvado niño, ahora lo poco que queda del monstruo sistemático es justo eso; mi
tiempo libre, lo demás es basura.
No soy nada y lo soy en demasía. Como lo es mi tiempo libre,
nada y lo es todo. Donde aborrezco y abrazo lo que quiero.
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