lunes, 18 de febrero de 2013


‎"lograr justicia es sólo de hombres que son capaces de interpretar lo justo en todas sus estaciones". "El reflejo de los hombres es su criterio desmedido y torpe". "La descendencia de los hombres es sólo para descender en su escala de razón".

Tus ojos delataron lo que sientes. Tus ojos tristes me hicieron sentido. No me viste, me miraste y encontraste, te encontré y reaccioné con dulzura ante lo que vi en tus sensibles ojos.

Estabas triste lo sé, ¿quién te ha causado dolor? Insisto en esa mirada llena de vida en negro, por lo demás debe ser parecida a la mía.

Me pones triste, quisiera sonreír junto a ti, mirarte y que me mires. Descubrir junto a ti flores y paisajes nunca vistos y a menudo decirte que bellos son tus tristes ojos.


Mis esfuerzos me hicieron daño.


Te miro y te digo ya estoy en los descuentos de mi vida, te miro y te digo sin hablar que vivo en dolor. Duele mi cuerpo, duele mi vida, duelen mis recuerdos absolutos del pasado, el festín de mis alegrías y esperanzas se vuelven una gota amarga que se detienen en mi garganta ya amarga.

Mis esfuerzos me hicieron daño en mis años de otoño, sé que me quedan pocos días de respirar en este campo lleno de cultura sin memoria ni de agradecimientos. Mis años de estabilidad corporal en que el despertador me llamaba para el comienzo de mis trabajos casi gratuitos, sonaba el despertador y no me decían el pobre futuro que me esperaba, sólo el llamado a salir de la cama a buscar el nunca bien ponderado y precario dinero que me hizo agonizar día a día.

Ahora te hablo de otras cosas, pero trato de decir con cada palabra y aliento que me duele mi cuerpo por ende me duele mi corazón, ya no estoy en condiciones de gritar y bailar como lo hice, de cocinar a mucha gente con lo que tenía en mis reservas, hoy me alimento de sopas/estado de mal sabor, pero me hago el ánimo de encontrarles sabor a un buen asado como esperando años o como esperando el verano iluminado.

Te miro y te encuentro joven, joven que dentro de pronto serás viejo, viejo y sin pasión ni con ganas de bailar y menos de cantar, disculpa por pensar de ti eso, pero me reflejo en ti cuando el despertador me decía anda a buscar tus migajas para tu poca reserva y pensaba en que nunca me cansaría de vivir ni de la poca esperanza que llevo reflejado en mis ojos. 





Sin Ti, sin mí.
Sin nada, con todo.
Lo vacío, lo lleno.
Un muro, lo infinito.
El desacuerdo, el amor.
Tu amor, mi frustración.

El bien común, las dictaduras.
Las flores, los misiles.
Tu alegría, mi pesar.
Los gobiernos, los tormentos.
Tu estadía, mi ida.
Tu vida y muerte, mi complejo.

Los miedos, los beso.
Los vasos vacíos, analgésico efectivo.
Tu dedicación, mi simpleza.
Tu nación, mi conmoción.
El alma fuerte, corazón agónico.











Si tuviese alas trataría de volar con lluvia.
Si el mar fuera bravo al lanzarme no me hundiría.
Si la sonrisa fuera pecado, ya estaría encadenado al fuego.
Si hubiese sido político, sería anormal porque ayudaría a los maltratados.
Si el lujo hubiese sido necesidad básica, andaría vagando por las calles.
Como la luz te obliga a ver, los ciegos serían mi dios.



Si el amor es la sinceridad del ser humano, soy mentira.
Si la soledad es un desierto, al menos sería un vaso de agua.
Todos dicen que las armas las carga el diablo, pero las disparan los gobiernos.
Cuando el capital piense y actúe con el corazón, estallará la paz nuclear.
A veces estar con la cabeza fría, a estar preguntado al tiempo como seguir adelante pateando piedras.



Hoy sin fusil, pero la rebelión sigue con lo que jamás ha dejado de acribillar a los asesinos, la canción.
Cantaremos todos con la soledad y ella destapando el vino de la alegría libertaria.







Sólo Freddy. Febrero 2013.



¿Sabemos kienes somos, kuando el festín de inseguridad se atreve a invadir lo ke somos Cuando la historia nos muestra la incapacidad ke el ser humano ha tenido de valorar lo ke fuimos, somos y posiblemente seamos en el futuro?

Sabemos kienes somos cuando el carnaval de metrallas se adelantan a la razón? ¿Sabemos kienes somos cuando la vaina se ríe de su víctima? ¿Sabemos kienes somos kuando la insensibilidad aprieta el botón? ¿Sabemos kienes somos kuando lo inhumano aprieta el gatillo? ¿Sabemos kienes somos kuando nuestro voto reelige a los mismos oligarcas de siempre? ¿Sabemos kienes somos kuando los productos ke consumimos contribuimos a la guerra? ¿Sabemos kienes somos kuando la ignorancia habla con nosotros? ¿Sabemos kienes somos kuando la educación mediática decide por el bien común?

¿Sabemos kienes somos kuando el olvido nos da lecciones inadecuadas y tortuosas? ¿Sabemos kienes somos kuando el gobierno no enseña fechas de matanza y número de muertos en nuestro país? ¿Sabemos kienes somos kuando la promesa de antaño de un país libre y soberano no es otra cosa ke una colonia en manos de otros burgueses e imperialistas?

¿Sabemos kienes somos kuando la cruz del extranjero y su libro de utopía nos esclavizo de una manera horrenda bajo el derecho del filo de la espada?.

Mientras no tengamos la idea de ke solo somos un número más o un ladrillo más no arrastraremos al abismo este sistema inservible. Mientras no tengamos la capacidad de trabajar en conjunto de mediar con altura de mira y con el puño apretado no conseguiremos dignidad, la preciada y esquiva dignidad. Mientras tanto, no seremos nada.



Reflexiones urgentes.

Apuradamente  ¿a quién le rindo servicios cuando el esfuerzo no es nada? ¿Qué he producido con entereza sin la más mínima pureza? ¿De qué sirvió mis lamentos en vela?
Sólo la realidad evidencia lo que los loqueros llaman problemas de adaptación o depresión que comúnmente se le llama “bajón”. Bienvenida depresión y derivados si no hay frutos, esos frutos que se pudren y perecen al otro lado del muro, en el lado de la verdadera realidad sin misericordias, donde el cura no es cura ni el paco es paco, son silbidos lamentosos.
A propósito de muros, salí de ahí sin ninguna esperanza alguna. Salí de esos cuatro muros formadores de ejércitos pedagogos, los milicos de la educación.
Caminaba mareado rumbo al colectivo de los esclavos, el metro.
En mi viaje se aferraron a mi razón las dudas que en su auge fueron un devenir de disfraces fraudulentos.